
¿Qué nos están diciendo estos abuelos?
¿Como que el sol el corazón la conciencia?
¿Qué que que Quetzalcoatl cual viaje?
¿De que fluir me hablan acallar la mente?
Saber Ver mijo no es hacia fuera
es atestiguar la danza de sentires en el cuerpo
El silencio no es de lenguaje, es de pendejadas.
Abuelocos no más ¿Para que buscar problemas?
¿Cual sacrifico ni que ofrenda? ¿Horadar que espejo?
¿Disciplina de la luz?
¿Aceptar la legitimidad de toda experiencia?
Hágame el favor
El otro yo es tu corazón
En verdad conversar con el, escuchar
esperar si es necesario, su respuesta.
Tu doble sabe sin saber lo que tú no sabes
y lo que no sabes que sabes también
¿Sueños? ¿Y para que?
¿No tengo suficiente con la realidad?
¿Saltar al abismo? Cortémosla ya estuvo
¿El águila sol venado yo soy? ¿Unidad de que?
El soñador y el soñado en medio de los equinoccios
se observan, en el corazón del movimiento.
Armonía, misterio sin limites. Serás tu lo desconocido.
Ponte en camino, intenta, se el rezo, se aquello.
Nieto muy amado, no mames, despierta.
¡Pero si estoy despierto! No jodan.
Tan mal no me va. Tengo mis cosas
y no soy ningún don nadie. ¿Cuál Espíritu?
El Espíritu Grande agazapado en el camino
El que siempre te habla y nunca oyes.
¿Acaso no te duele cuando la soledad,
el sin sentido, el temor al temor?
Hay medicina; hay el amar, el jugar, el soñar,
La flor de la palabra, reflexionar tu reflejo.
¡Pero es imposible! Esto no me conviene.
¿Cuánto me va a costar? ¿Y si me caigo?
No. Bueno ya pero las vacaciones no me las tocan.
Soltar la presa, con ternura, sin voracidad
tocar el mundo.
Un romance con el corazón de la vida.
Enamorar tu propio corazón
con flores con cantos conquistarlo.
Conservar el fluir cazando las estaciones
recolectando por los puntos cardinales
Pero duele lo que duele desde siempre
Pero pero pero pero
No entiendo, no veo, no puedo
No quieres.
Entrégate a la seducción del misterio
vive su luz desollada de certidumbres y expectativas
Sólo así se empluma la serpiente y va ganando altura
se engrandece así la conciencia en el camino con corazón
Más antes de volar has de saber caminar.
Para eso los abuelos te regalan su don:
La antigua regla de vida.
Acóplate a ella, déjate transformar y transfórmala
Simple convivencia, sin esfuerzo, con pasión
con callada lujuria por vivir la vida
por que la vida no es sino vivir
aquí y ahora
y sin conciencia, nada.
La muerte será tu aliada consejera
De tus leseras, te aligera
Ya eres lo que deseas, nada busques,
Pero conserva el movimiento, el paraíso eres tu
más nada hay fijo en este jardín.
Hijo mío nieto muy querido
¿Y si nada hay cierto aquí?
¿Qué importa?
Juega
Pamparius!
ResponderEliminarGracias...quiero entender y no puedo, solo hay que jugar.
ResponderEliminarLo deja a uno pensando...
ResponderEliminarGracias por compartir!