No estaba preparada … y jamás hubiera imaginado caminar la ruta ancestral de Wirikuta con el pueblo Wixrarika.
Todas las comunidades Wixrarikas, todos los centros ceremoniales, se unieron para realizar su peregrinación ancestral a Wirikuta y coincidir todos en la cima del cerro quemado, Reuunar, en la luna llena de febrero, a raíz de que el gobierno mexicano concesionó gran parte de su territorio sagrado a compañías mineras extrajeras.
Es la primera vez en la historia conocida, que el pueblo Wixrarika se une en un solo fuego, en una sola ceremonia, para consultar a los ancestros el rumbo a seguir. Todo esto gracias al trabajo y al apoyo de mucha gente.
Nos convocaron a un grupo de abogados, antropólogos y documentalistas, con la misión de documentar este peregrinaje. Con el objetivo de realizar un peritaje tradicional y reunir material audiovisual, que apoye el proceso jurídico, y que sustenten ante el juzgado: que el desierto de Wirikuta es sagrado y de vital importancia para la existencia pueblo Wixrarika, y que la destrucción de este lugar, equivale al exterminio de esta cultura milenaria, y la destrucción de la vida misma.
Como demostrar ante el juez que este pueblo con su fuerza espiritual, con su sabiduría ancestral, mantiene encendidas las velas de la vida; que con su sacrificio y su ofrenda incansable alimentan a los ancestros, que son las montañas, los ríos, las nubes, el mar, el sol , el maíz, las esencias de la vida, lo que vemos y lo que no vemos, y que con esto contribuyen al equilibrio del planeta y a la continuidad de la vida.
Como explicarle al juez que tienen una comunicación directa con el fuego, el agua , la tierra , el viento, las estrellas, y que a través de sus cantos comunican estos mensajes. Que los cantos recrean el universo, que son medicina, y lo puedo decir con toda seguridad, por que lo sentí en mi cuerpo , y me curo. Lo puedo decir por que yo no soy la misma persona después de haber escuchado sus cantos, aunque no comprenda las palabras.
Como puedes registrar con algo tan limitado, como cámaras de video y grabadoras de audio, un pedacito de esa sabiduría profunda… no lo se!…. creo que se empieza por tener humildad, por no interpretar, por conectarte a la fuente, se necesita un poquito de gracia y otra cosita.
La sabiduría de nuestros hermanos mayores, no la puedes guardar en un libro, no la puedes ver en el cine, solo la puedes experimentar en tu propio ser, es la experiencia directa la que te enseña, es caminar el desierto, dejar ofrendas, sentarse junto a ellos frente al fuego y escuchar su canto, es danzar, ayunar, y quizás un momentito de suerte atraviese tu vida.
Ellos dicen que Wirikuta y todos sus lugares sagrados son su fuente de sabiduría, son su universidad donde aprenden, “no damos clases de esto, no lo platicamos en una escuela, con Tatewarí, que es el fuego, ahí es donde nosotros adquirimos conocimiento.”
Alimentan la vida con sus ofrendas, que consisten en largas caminatas, ayunos, velar el fuego muchas noches cantando, danzando y alimentándolo con pinole y tortillas fruto de su siembra. Dejan en los sitios sagrados bellísimas jícaras, dibujos, tejidos, donde imprimen sus sueños y visiones. Además de la cazería y todo lo que ya han hecho antes de salir. Es todo un tejido energético, una alta tecnología ancestral difícil de comprender para el mundo moderno.
“Cuando nuestros ancestros partieron desde el mar, el único que pudo llegar hasta el altar de Wirikuta fue Tamatz Kauyumari, el venado, que llego hasta allá para darle empuje a nuestro padre Sol que emergió de Reuunar. Cada peregrino que viene tiene que hacer el mismo recorrido que hizo Tamatz Kauyumari. Nosotros como wixraritari , le estamos pidiendo a nuestras deidades que el mundo siga existiendo y que nosotros podamos seguir existiendo, básicamente aquí le estamos apostando la vida”, así nos relata Santos nuestro compañero de viaje.
Nuestro equipo peregrinó con la comunidad de Bancos de San Hipolito. El peregrino mas joven tenía un año y el mas grande 102 años. Me pusieron Ciriaco de nombre, bueno el de guasa por que mi nombre Wixrarika no me lo pude aprender. Me dieron de sus tortillas, su pinole y sus tamales. Me enseñaron como comer bien hicuri. Me cuidaron que no me espinara mucho, me contaron cosas hermosas, me trataron como una hermana, y todo el tiempo me sentí abrigada por un manto de amor.
La primera noche se confesaron ante el fuego para ir bien limpios, y se cambiaron los nombres de todo. Paramos en muchos lugares sagrados a dejar ofrendas, a cantar y rezar. Incluso en medio de la autopista. Todas las noches velaron el fuego hasta el amanecer, cantando y danzando, pasándosela muy bien.
Al llegar al desierto de Wirikuta, en un lugar llamado Las Margaritas, parecía la revolución, solo que no había armas. La casa de Lalo Jaurra era el cuartel, de donde entraba y salía gente sin parar. Cientos de Wixrarikas, en ese día y esa noche, caminaban por esa zona bellísima y mágica del desierto. Todos cazando venado (hicuri), dejando ofrendas, rezando, velando el fuego, cantando, danzando. Alrededor de nosotros había cuatro fuegos encendidos, cuatro hermosas fiestas hicureras de la mas alta calidad, la música que tocaban era increíble y se mezclaba la música de los cuatro fuegos. Hacían tantas cosas con las ofrendas , con el fuego, tantos detalles y pasos de un ritual profundo y exquisito que no comprendía, como si se abriera un mundo secreto y misterioso ante mis ojos. ¿De donde salieron estos seres que no les da frío, ni hambre, ni sueño, que caminan rapidísimo y se ríen de todo? ¿Que les dieron de comer de chiquitos? Yo quiero de eso haber si les entiendo un poquito.
Al amanecer salieron todos, menos el viejito de 102 años, rumbo al Kauyumari, dejando antes una ofrenda preciosa en el desierto, en ese momento me deshice , el espíritu del venado era muy fuerte , no podía ni sostener la cámara , un mar de lagrimas me atravesaba, nuestra mujer marakame tiene una fuerza espiritual increíble. Los peregrinos caminaban muy rápido, los tewaris (mestizos) no les podíamos seguir el paso. Al llegar al cerro de Kauyumari dejaron mas ofrendas, mas cantos, mas rezos. Comimos mas hicuri y carne de venado en polvo.
Era ya casi medio día y había que prepararse para subir el Cerro Quemado caminando, pues esa noche era la gran ceremonia donde se reuniría todo el pueblo Wixrarika.
Llevábamos días sin dormir y sin comer mucho, había que reunir todas las fuerzas para subir el cerro. Solté un comentario al “equipo de trabajo” ( así era como nos llamaban) : y por que no subimos en la camioneta hasta Real de 14 y de ahí caminamos al Quemado, era pues el camino fácil. Mis compañeros querían subir caminando, y hacer el peregrinaje completo como se debe.
En lo que preparábamos el equipo y nuestras cosas, los peregrinos se nos fueron, salimos quizás 5 o 10 min. mas tarde, fue suficiente para no alcanzarlos nunca. Íbamos alegres y orgullosos de subir caminando el cerro, quizás cansados pero alegres, vimos como ellos iban muy adelante y ya hasta arriba. Pues callo la noche en medio de la cañada y nos perdimos, no se veía mucho y el camino era muy difícil, y las cámaras pesaban un chingo. Ya que llevábamos mas de cinco horas caminando, nos dimos cuenta de que realmente no sabíamos si era el camino correcto, quizás nos habíamos equivocado de cerro, hacía muchísimo frío, el agotamiento era mucho y nos dolía el cuerpo, hubo un momento de confusión. Con un ultimo gran esfuerzo logramos subir, y encontrarnos con el ririki, la casita donde dejan sus ofrendas, las parte mas alta del Cerro Quemado. Hacia abajo se veían cientos de gentes alrededor de varios fuegos, y un gran fuego al centro, la ceremonia ya había comenzado. Nos tiramos agotados a descansar bajo el canto de los marakames. El frío me levantó, me estaba congelando, fue creo la noche mas fría de mi vida, me logre arrimar a un fueguito y calentarme un poco, desde ese punto observa muy bien ese sueño alucinante, era una imagen como salida de una leyenda antigua, y de nuevo sentí que estábamos en la revolución, y ahora puedo decir que así fue , estamos haciendo una revolución, donde las armas son los cantos, los rezo, las plumas, las flores, las velas, al centro el fuego, al centro la vida, el corazón, el venado. Estamos todos en esta batalla espiritual, digna, hermosa, amorosa, por la vida.
Pamparius,
Lauracarmen
Gracias LauraCarmen por esta divina crónica...
ResponderEliminarGraicas LAura por compartir esto un abrazo y animo en la guerra florida desde el sur
ResponderEliminarDeliciosa y sencilla medicina que nos mantuvo vivas brota de tus ojos noche mente clara corazón florido...gracias tierra morena por tu juventud y fuerza que entra por la puerta del cielo te quiero mucho memoria me moría y me morí de amor
ResponderEliminarQue a gusto Laurita. Uno hasta se siente participante...que ese corazón se mantenga en peregrinaje cotidiano dando vuelta en su lugar sagrado, ofreciéndose en todo,muriendo por nada.
ResponderEliminarCarlos
SI LOS DIRIGENTES POLITICOS VIVIERAN LO QUE USTEDES VIVEN....
ResponderEliminarSERIA OTRO CANTAR...
SALUDOS.
que bonita revolucion
ResponderEliminarrevolucion del corazon
gracias por compartir!!
fuerza revolucionaria de puro corazón a flor de píel. Gracias por la sencillez de compartir tu paso peregrino. Pura chulada de maíz prieto. Gracias por arcoiris Kubibí, gracias querida Laura Carmen.
ResponderEliminarfuerza revolucionaria de puro corazón a flor de píel. Gracias por la sencillez de compartir tu paso peregrino. Pura chulada de maíz prieto. Gracias por arcoiris Kubibí, gracias querida Laura Carmen.
ResponderEliminarmuchas gracias hermana !!!!!! me llena de amor tu historia y la historia de mis pueblos de la que somos parte! DEsde CR!!!mucho amor :) Natalia y Olin..
ResponderEliminar¡Pasu mecha manita!.... Que me ha dejao asombrao... Celebro esa ofrenda de tu corazón... mi corazón se hincha de alegría al sentir tu corazón en tus palabras....
ResponderEliminarTu vivencia me transporta a ese momento en lo alto del cerro quemado, compartiendo con los hermanos Wirras su más profunda medicina.. te ganaste a pulso el privilegio de estar ahí y llegar como los verdaderos peregrinos impulsados por el eco de los cantos de los abuelos que retúmba en cerro quemado como si fueran los relámpagos de una tormenta lejana.
ResponderEliminarFalco