Des-silencio interior III

Caminantes
a pintar invitados hemos sido
es el gran árbol florido
donde los destinos pinta
El Infinito
El dador de la vida
La dadora del aliento.

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Que a soñar venimos a este mundo
pasajeros pájaros no es verdad que ha vivir venimos
Sin embargo aquí se conocen los corazones
se celebra aquí la amistad y el canto
Camino percepción unificada en todo
una gran familia el cosmos
el corazón un jade endiozado.

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Por ende aquí a compartir hemos venido
y a pintar día a día nuestros destinos
sin predeterminación alguna,
pero con la muerte pisándonos los talones
y el fuego interior en la fragua ardiendo.

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Alégrate compartiendo mundos, visiones
la palabra es conciencia de flores perfume
Tu corazón escucha, convérsale,
que haga deidad para si,
con la bella disciplina del asombro.

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Canta cantor,
tus flores son luz mental en el corazón
Canta cantor, que escudo tienes con luz de sol
así que cuando la noche y la soledad
pues deja te agobie la tristeza.
Que le hace el agua al pez. Igual da.
Sube baja y vuelve a fluir
que en este río de la conciencia
tomar y soltar un arte florido son.

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Volando vienen los colibrí verdeazulados
ya verdeguean de quetzal sus preciosos plumajes
es Quetzalcoatl transfigurado y retornado por el oriente interior asomando.
Ahora vuelan águilas y rugen tigres guerreros
cuando el espejo a caído en silencio
por que nada impone o refleja
simplemente el sol, su camino recorriendo.
La tiranía del ego acaba y queda el ensueño
El intento de un mundo nuevo que nosotros somos
Todo es ceremonia, somos rezo y bohemia
somos el gusto por probar realizar lo imposible
a sabiendas del fracaso y el costalazo
sin prisas ni expectativas, no más por que si
entre risas y suspiros trabajo trabajo trabajo.


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Sea aquí el baile sea el canto y la embriagues de cacao
Hermanas hermanos nobles macehuales
que a merecer vienen y han venido entre pirámides
sea la amistad sea el camino que a compartir y emprender vienen
pues en verdad ya en vuestras manos están las flores
de aquel que da la vida, aquella por quien todo vive
señor y señora del aquí y el ahora
corazón del corazón en cada corazón
gran espíritu sin rostro sin nombre abuelo-abuela.


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Por ello entrégate desnudo al flujo
reflexivamente y con el cuerpo, desapégate.
El cosmos tiene su ritmo, tú también
deja atrás las flores viejas
todo se marchitara allá donde al final iras
el lugar del misterio, la casa de los muertos.
Sereno y desprendido
levantaras vuelo.

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Aún temiendo no tengas temor a nada
sueña tu otro yo y déjate ser soñado
despierta en ti el poder del mito
la cotidianidad es sagrada cuando vivir es un juego
el misterio rojinegro del habitar humano
La sabiduría, siempre un destello intimo, intransferible
La experiencia espiritual, igual.